viernes, febrero 10, 2017

Así se construyó el Golden Gate, el puente más famoso del mundo.

La construcción comenzó el 5 de enero de 1933

Con sus nada menos que 2,737 kilómetros de longitud, el Golden Gate es uno de los puentes colgantes más largos que existen, pero sobre todo, es el símbolo más representativo de la ciudad de San Francisco y, probablemente, el puente más famoso del mundo.
Su construcción en 1937 fue una verdadera odisea por lo faraónico del proyecto y las enormes dificultades que presentaba el lugar: la bahía de San Francisco, un estrecho azotado por fuertes vientos, grandes mareas y con un una casi permanente densa niebla. Y por si esto fuera poco, con la peligrosa Falla de San Andrés apenas a 11 kilómetros. Todo ello representaba un auténtico desafío para los ingenieros de la época. Hoy, vamos a ver cómo superaron esas dificultades y cómo se construyó este auténtico símbolo de toda una región.

En noviembre de 1.930, a pesar de las dificultades económicas de la Gran Depresión o quizá precisamente por eso, en la bahía de San Francisco era evidente que hacía falta un puente que salvara el peligroso estrecho Golden Gate y evitar así los largos viajes en transbordador que realmente ahogaban económicamente la zona. De este modo un hombre, Joseph B. Strauss, comandó el proyecto para la construcción del paso del estrecho enfrentándose a las dificultades económicas del momento, a la fuerte oposición de los operadores de los transbordadores, los conservacionistas, y tras enormes dificultades para conseguir la financiación necesaria, dirigió a un equipo de ingenieros, arquitectos, geólogos y trabajadores de la construcción para diseñar y construir el puente que impuso el récord mundial del tramo más largo y con ello transformó San Francisco en la gran urbe que es hoy en día.


















Quizá el elemento principal del puente sean las torres, que con sus 227 metros de altura se convirtieron en el momento de su inauguración en las torres de puentes más altas del mundo.
Bien es cierto que fueron modelo de eficiencia en su construcción, pero ésta realmente no supuso un gran desafío técnico, ya que se construyeron levantando y colocando secciones de acero prefabricadas. Entre las dos patas de cada torre se construyó un soporte temporal para las grúas , las cuales levantaron y colocaron las secciones de la torre en ese nivel. Posteriormente, la plataforma y sus grúas se fueron elevando a medida que crecía la torre para repetir el proceso.










 Sin duda lo que si fue un tremendo reto y una de las mayores dificultades, si no la más grande de ellas, era el trabajo que debía hacerse bajo el agua. Para ello resultó imprescindible el papel que jugaron los buzos, los cuales debían descender hasta 33 metros de profundidad en aguas turbulentas, oscuras y frías y en condiciones de casi nula visibilidad, colocar cargas de dinamita y retirar el material suelto con mangueras de alta presión. Los buzos sólo podían trabajar cuando, gracias al cambio de marea que se producía varias veces al día, las fuertes corrientes se atenuaban ligeramente. Y todo ello además poniendo sus vidas en manos del bombeo continuo de aire a través de una larga manguera que llegaba desde la superficie.





 La principal ventaja que ofrece un puente colgante en lo que a su construcción se refiere es que una vez que torres, anclajes y cables principales están instalados, no se necesitan soportes bajo el puente para construir el tablero principal. En el caso del Golden Gate, la autopista que lo cruza se construyó en secciones a partir de cada torre, y la última de las piezas con su pavimentación final fue colocada el 19 de abril de 1937.








 En su inauguración el 28 de mayo de 1937 cuando se le preguntó a Joseph Strauss cuánto tiempo iba a durar el puente, este respondió simplemente: “¿Que cuánto va a durar el Golden Gate? Para siempre” 

En resumen el puente se empezó a construir el 5 de enero de 1933 y se inauguró el 28 de mayo de 1937.

Pero a que viene todo esto, es solo para compararlo con el Puente de La Noria que desde el 2007 que estan dando vueltas. ESTAMOS EN EL 2017 ??? SOMOS BANANEROS, TERCERMUNDISTAS, NO SERVIMOS, SOMOS TODOS INUTILES, Y LO DIGO PORQUE EN LOS 'ULTIMOS 70 AÑOS VOTAMOS MAL. No le parece ???
  Algunas fotos de la obra del Puente de la Noria:






Y aqui un video del RELATO KIRCHNERISTA NO TIENEN VERGUENZA MIRÁ



Se fijaron el tamaño del Golden Gate y lo hicieron en 4 años en la decada del 30 en el siglo XX, nosotros llevamos 10 años haciendo un puentecito de 90 metros con una subida y bajada que tendra aproximadamente la obra 1 KM y encima hacemos 2 manos para un lado y 2 manos para el otro cuando el Golden Gate lo hicieron de 3 manos.
Ya no se que decir a Macri todavía no le podemos echar la culpa, a pesar de que desde que esta él se trabaja más, igualmente, cuanto tardaría China, EEUU, Alemania, Japón en esta obra YO CREO QUE NO MÁS  DE 6 MESES. USTED QUE OPINA???








miércoles, febrero 08, 2017

Medicamentos

A veces cuando voy a un consultorio médico por alguna dolencia y me atiende el Médico, me surgen varias preguntas...
  1. El Profesional que me atiende es Médico ó Doctor ó Profesor Doctor porque no es lo mismo para el Paciente.
  2.  Lo primero que hace, es decir que le esta pasando ? En vez de revisarme y luego hacerme la pregunta.
  3.  Luego si tengo algún problema, me receta un medicamento ó me manda a hacer estudios. Lo triste es que no pregunta si soy alergico, si estoy tomando otro medicamento, si tengo alguna enfermedad crónica o si soy hipertenso por ejemplo.
 Esto son solo algunas de las cosas que pasan al ir a un profesional de la Medicina Occidental.
 El otro día me encontre con el siguiente video y se me ocurrió publicarlo, para compartirlo y ver si a Ustedes le pasa lo mismo cuando van al Médico como expliqué más arriba y ver que opinan del video.

Limpieza de un tren en Japón

 A veces me pregunto cuanto tiempo pasará para que algo similar a lo que sucede en el video, se haga en Argentina.
 No se. me parece que soy pesimista y a veces pienso que NUNCA, porque nuestra mentalidad, orgullo, VIVEZA CRIOLLA, exigencia de derechos sin CUMPLIR CON NUESTROS DEBERES, nos llevan a lo que hoy somos un País BANANERO lleno de POLÍTICOS CORRUPTOS.
 Bueno si quieren ver una sociedad organizada y con principios, miren el video.  


martes, febrero 07, 2017

Gloria Alvarez criticando la reunión del Papa con los populistas Latinoamericanos

Solo hay que escucharla para sacar sus propias conclusiones de esta Joven Politologa.

lunes, febrero 06, 2017

Cambio de vias Buenos Aires - Mar Del Plata

 Fijense en el video la terminacion del trabajo las pilas de piedra partida (montañitas) en el centro de la via, ademas en otra parte las vias viejas tiradas en la cuneta con sus respectivos durmientes, se ve que la empresa que hace esto no la controla nadie .OBSERVEN...

 
Y muestran esto NO TIENEN VERGUENZA , MAURICIO PONE MANO FIRME NOS ESTAN ROBANDO OTRA VEZ.

Máquina para trabajo ferroviario

Solamente digo Porque no tenemos una máquina como esta ???

Estamos trabajando a pico y pala como dicen Arroyo y VENTAJITA MASSA del Frente Renovador , me extraña que teniendo un Presidente Ingeniero no compre maquinaria para hacer trabajos rápidamente en las vias VAMOS MUY LENTO QUERIDO MAURICIO, NO PODEMOS ESPERAR 20 AÑOS PARA HACER LAS OBRAS, HAY QUE TRABAJAR COMO EN JAPÓN O CHINA O EEUU.

Como hacemos las obras públicas en Argentina

En la Argentina las obras públicas se hacen de esta forma, observen el arreglo de un bache por gente tercerizada o por cualquier municipio, esta es la REALIDAD NUESTRA
Ahora miren como arreglan un socavon en Japón, primero la foto y despues el video
ahora el video del arreglo ASI SE TRABAJA EN EL PRIMER MUNDO
Porque no tenemos maquinarias y gente competente ??? RESPUESTA GOBIERNOS BANANEROS CORRUPTOS COMO LOS DEL KIRCHNERISMO, PERONISMO Y RADICALISMO, JUZGARE MAS ADELANTE A CAMBIEMOS PORQUE ES MUY PRONTO PARA HACERLO.

domingo, febrero 05, 2017

Cómo Nueva York consiguió reducir el crimen durante 10 años

Porque no podemos hacerlo en Argentina ???

 

Como lo hicieron los Norteamericanos

Durante siglos el hombre buscaba la manera de que todos nos comportáramos bajo esa definición tan abstracta como es “el bien”. Por el camino se crearon las religiones. Y aquello fue a peor. Quizá por ello un día la búsqueda pasó a ser diferente. Había que entender de dónde viene ese “lado oscuro” humano.

En la década de los 90 se iba a producir un hecho inusual en la historia criminalística de Nueva York. Por primera vez en el siglo XX los índices de criminalidad bajaron por un período muy prolongado. Tanto fue así que aquello fue objeto de estudio y acabó siendo toda una teoría social sobre el crimen y el ser humano.
Para que ese momento se diera habría que retroceder en el tiempo hasta finales de los años 60. Un hombre iba a ser el germen para que la historia sobre el estudio de los comportamientos criminales cambiase de acera. ¿El bien? Un investigador tenía muy claro que para controlar al hombre había que entender las razones más oscuras de su comportamiento.

El vándalo que hay en ti

Es posible que si hablamos del psicólogo Philip Zimbardo no te suene de nada, quizás sí. Hoy muchos los conocen por ese experimento radical que llevó a cabo en 1971 (luego convertido en película “Das Experiment”). Nos referimos al experimento de la cárcel de Stanford donde trataba de investigar la influencia de un ambiente extremo entre voluntarios que se dividían en guardias y prisioneros.
Dos años antes del mismo, en 1969, el profesor ya comenzaba a barruntar esa idea acerca del comportamiento que tenemos en determinadas ocasiones. El hombre hacía diariamente el mismo trayecto desde su casa hasta la universidad. Y allí, en el transcurso de esas horas en el interior de su vehículo, pensó que tenía una buena oportunidad para estudiar el tema del vandalismo que existía en Nueva York.

La razón era simple: en un solo día de trayecto al azar (de alrededor de 30 kilómetros) desde la Universidad de Nueva York en el Bronx hasta su casa en Brooklyn, Zimbardo contó nada menos que 200 coches destrozados por vándalos. ¿Cómo habían llegado hasta ese punto? ¿De qué forma llegaron a tales actos de destrucción?
El profesor ideó una prueba para averiguarlo. Junto a un colega del centro compraron un coche de segunda mano que tenía más de 10 años y lo aparcaron enfrente del campus universitario. Zimbardo también sabía que necesitaba algún tipo de desencadenante para poner en marcha el proceso de destrucción. ¿Qué hizo? Le quitó al coche las placas de las matrículas y abrió el capó antes de retirarse a un lugar apartado desde el que podría observar los acontecimientos.

Poco más de 24 horas después una procesión de saqueadores se había hecho con la batería, el radiador, el filtro de aire, la antena, los limpiaparabrisas, el logo cromado, todos los tapacubos, cableado, una lata de gasolina, una de cera de silicona y el neumático trasero izquierdo (el resto de ruedas estaban tan viejas que los saqueadores decidieron dejarlas).
Según apuntó Zimbardo, los primeros saqueadores eran una pareja junto a su hijo de unos 8 años. Estos llegaron 10 minutos después de que el profesor aparcó el coche. La madre vigiló mientras el niño iba pasando a su padre las herramientas que necesitaba para sacar la batería. En total, a la adorable familia le llevó unos 7 minutos toda la operación.

Lo cierto es que la destrucción del coche siguió un patrón que le era familiar al profesor a través de sus estudios. Las primeras piezas robadas eran aquellas que podrían ser reutilizadas o vendidas. Pero cuando no había nada más útil, entonces hacía su aparición un nuevo grupo: los jóvenes. Estos poseían el coche y se dedicaban a romper los faros y las ventanas. A continuación iban a por la carrocería tirando ladrillos, piedras o golpeando el vehículo con palos o cualquier cosa que tuvieran a mano. La masacre al pobre coche terminaba cuando el vehículo se había convertido en un amasijo de basura.
Pasados menos de tres días el coche se había reducido a un montón de metal inútil por hasta “23 incidentes de contacto destructivo”, como anotó el profesor. También anotó que a menudo sucedía que los transeúntes se mantenían de pie y observaban a los vándalos “trabajando” y, contrariamente a lo que Zimbardo esperaba, la destrucción se producía a plena luz del día.

Al mismo tiempo, Zimbardo también había dejado un segundo coche sin placas con un capó abierto al lado de la carretera en la ciudad universitaria de Palo Alto en California. Allí, sin embargo, el coche no fue pasto de los vándalos. Incluso cuando empezó a llover un transeúnte cerró el capó para que no se mojara el interior. El profesor lo intentó de nuevo, esta vez estacionando el coche en el propio campus universitario. Y el resultado fue el mismo: no sucedió nada.
Sin embargo, el psicólogo estaba convencido de que los ciudadanos de Palo Alto también tenían un vándalo en su interior. No podía ser que esta gente fuera distinta a la de Nueva York. Según el profesor, “era obvio que estas señales “liberadoras” eran suficientes en Nueva York, pero no aquí”. Así que el hombre facilita las cosas un poco, él mismo junto a dos estudiantes toman unos martillos y comienzan a “dar ejemplo”. ¿Qué ocurrió? Que ahora sí, no pasó mucho tiempo hasta que se unieron otros estudiantes.

En muy poco tiempo al llegar la noche se había creado un gran grupo, se habían subido encima del coche, habían arrancado las puertas de sus bisagras, habían roto las ventanas y para terminar inclinaron entre todos el coche sobre su techo. Pasaron las horas y de madrugada tres adolescentes aparecieron y atacaron sin piedad lo que quedaba del vehículo con barras de hierro.
Claramente, en Palo Alto se necesitaba la cobertura de la oscuridad o el anonimato de un grupo para despertar tendencias vandálicas latentes. Eso sí, el umbral parecía ser mucho más bajo en el Bronx que allí. Zimbardo asumió que el anonimato de la gran ciudad y los signos de deterioro general en los que se encontraba el barrio del Bronx donde estaba estacionado el coche aumentaron la tendencia de las personas a comportarse de manera destructiva.
Esta idea de Zimbardo se convirtió en un clásico objeto de estudio a lo largo de los años siguientes. Llegados a los 80 alguien pensó en recoger los estudios de Zimbardo y transformarlos en una vía para erradicar el propio vandalismo.
El criminólogo George L. Kelling y el politólogo James Q. Wilson utilizaron los hallazgos del profesor para construir una de las teorías de mayor alcance en la historia de la criminología. 

Las ventanas rotas de Nueva York

 
En la edición de marzo de 1982 de la publicación Atlantic Monthly y bajo el título de Broken Windows, Kelling y Wilson publicaban un artículo en el que proponían una nueva estrategia para combatir la criminalidad. En el escrito venían a afirmar que la mejor manera de hacerlo era centrarse en los actos de desorden que la preceden. Los autores decían lo siguiente:
Consideren un edificio con una ventana rota. Si la ventana no se repara, los vándalos tenderán a romper unas cuantas más. Finalmente, quizás hasta irrumpan en el edificio; y, si está abandonado, es posible que lo ocupen ellos y que prendan fuego dentro.
O consideren una acera o una banqueta: se acumula algo de basura; pronto, más basura se va acumulando; con el tiempo, la gente acaba dejando bolsas de basura de restaurantes de comida rápida o hasta asaltando coches.
Muchos ciudadanos pensarán que el crimen, sobre todo el crimen violento, se multiplica, y consiguientemente modificarán su conducta. Usarán las calles con menos frecuencia y, cuando lo hagan, se mantendrán alejados de los otros, moviéndose rápidamente, sin mirarles ni hablarles.
No querrán implicarse con ellos. Para algunos, esa atomización creciente no será relevante, pero lo será para otros, que obtienen satisfacciones de esa relación con los demás. Para ellos, el barrio dejará de existir, excepto en lo que se refiere a algunos amigos fiables con los que estarán dispuestos a reunirse
A partir de sus propios experimentos y encuestas, Kelling y Wilson sabían que la gente estaba preocupada por los actos antisociales de menor importancia, tales como el cada vez más extendido uso del graffiti, la basura en la calle y el vandalismo existente. Esto les hacía sentir como si las cosas se hubieran desviado de las manos y que se había llegado a punto donde nadie se hacía responsable de nada.
No sólo eso, para los investigadores este sentimiento fue precisamente el que allanó el terreno para los actos criminales graves: mientras los ciudadanos y hasta en cierta medida la policía se retiraban de los espacios públicos, dicha situación dejaba plena libertad para que estos espacios se convirtieran en zonas sin ley. Finalmente, con las inhibiciones de los malhechores cometiendo cada vez más crímenes, la erosión era cada vez mayor.

La teoría de Kelling y Wilson se convirtió en libro (del propio Kelling) bajo el título Fixing Broken Windows. Un escrito sobre criminología y sociología urbana que hablaba acerca del crimen y las estrategias para contenerlo o eliminarlo de los vecindarios urbanos.
La Teoría de las Ventanas Rotas parte de la estrategia de arreglar los problemas cuando aún son pequeños (reparar las “ventanas rotas” en un corto espacio de tiempo). De esta forma la tendencia es que será menos probable que los vándalos vuelvan a romper o dañar aquello que se ha reparado, por tanto los problemas no se intensifican y los residentes no huyen del barrio.

A partir de aquí se parte de dos hipótesis. La primera es aquella que dice que los crímenes menores y el comportamiento antisocial disminuirán. La segunda y como consecuencia dice que aquellos crímenes de primer grado se prevendrán, quizás y como veremos, la parte más polémica y abierta al debate.
Fue tal la repercusión del trabajo que Kelling acabó siendo contratado como consultor para el Departamento de Tránsito de Nueva York con el fin de probar medidas que probaran la teoría de las Ventanas Rotas. De 1984 a 1990 se llevaron a cabo acciones como la limpieza diaria del metro línea por línea o los grafitis que poblaban la ciudad . En 1990 William Bratton es nombrado Jefe del Departamento donde trabajaba Kelling como consultor.
Y es aquí cuando la teoría da un vuelco y pasa realmente a la acción. Bratton aplica la política de seguridad ciudadana de tolerancia cero, y lo hace sobre espacios muy definidos tales como:
  • En la evasión de multas.
  • En los métodos de procesamiento de arrestos, haciéndolos más sencillos.
  • Con la investigación de antecedentes ante cualquier persona arrestada.

Un trabajo que retomaría en el 93 el que fuera alcalde de la ciudad, Rudy Giuliani, quien además hizo que la policía fuera más estricta con las evasiones en el metro o ante aquellos “vándalos” que se orinaban o no se comportaban en público.
¿Qué ocurrió? Que la tasa de crímenes, tanto de aquellos de carácter grave como de los denominados como “menores”, se redujo significativamente. No sólo eso, la tasa siguió disminuyendo durante los siguientes 10 años. A Nueva York se sumaron otras ciudades como Albuquerque o Lowell, todas con resultados parecidos a los de Nueva York.
Lo cierto es que desde que Bratton tomó el mando incluso la tasa de homicidios en Nueva York se redujo a la mitad. Por supuesto, no está claro si el éxito se puede atribuir en su totalidad a la política de tolerancia cero o no. De hecho y como era de esperar, desde entonces ha existido y existe un encendido debate sobre las cualidades de la teoría.
La primera crítica ante la teoría en acción es aquella que habla de una política que ha servido de escudo legal para prácticas discriminatorias (principalmente y en los 90, hacia los afroamericanos). En este sentido, en su libro Las cárceles de la miseria Loic Wacquant disecciona la propuesta y critica duramente que mientras que la tolerancia cero sirve para criminalizar y restringir derechos legales de los ciudadanos más pobres, deja en libertad los crímenes económicos o informáticos, a priori los de la gente pudiente. Por tanto Wacquant habla de una propuesta basada en estereotipos raciales.

 En el libro Freakonomics, Stephen Dubner pone en tela de juicio la teoría de las ventanas rotas como única responsable de la caída del crimen en Nueva York. El autor pone como ejemplo de la ecuación no incluida a la legalización del aborto de la mujer. Según Dubner, en aquella época las mujeres que tenían algún problema y por tanto estaban menos preparadas (adictas, pobres o con problemas de otra índole) podían abortar legalmente, por lo que los niños nacidos en familias disfuncionales fue decreciendo. Casualidad o no, la mayoría de los crímenes de Nueva York eran cometidos por hombres entre 16 y 24 años, cuando este grupo decreció, la tasa de crímenes también lo hizo.


Además del aborto hay otras variables que se exponen como iniciativas que la tolerancia cero no recoge. Desde la hoy llamada gentrificación hasta por ejemplo la aparición de nuevos programas de empleo, la disminución del crack o las reformas policiales que se dieron.
Así que como vemos, no hay paridad de opiniones en cuanto a la importancia que tuvo en la ciudad de Nueva York. Menos dudas quedan ante una teoría hoy universal aplicada al pie de la letra en tantos barrios y ciudades del mundo por los políticos. Muchos ni lo sabrán, pero la mayoría de ayuntamientos y alcaldes del planeta tienen una cosa muy clara, ante el más pequeño de los desajustes, conviene actuar rápido, el mensaje de cara al público puede ser diametralmente diferente en cuestión de días.
En el fondo, detrás de esta teoría se encuentra el intricando modo de vida tan diferente que tenemos unos de otros. Y es que la propia idea de que el proceso de erosión de una sociedad podría ser revertido mediante la lucha de esos signos que preceden a los crímenes, siempre será recibida con escepticismo.
Todos podemos estar de acuerdo en que la delincuencia deber ser abordada desde la raíz. El problema es que esa “raíz”, dependiendo de la perspectiva política de cada uno, se puede encontrar en la injusticia social o en el declive moral de una sociedad.

 Fuente: Gizmodo

Mi opinion: 

No les parece muy parecido a lo que ocurre en Argentina ??? ejemplo basura, robos, toma de propiedades etc, etc.
El problema es que en Argentina la Corporación Política NO QUIERE SOLUCIONAR EL PROBLEMA POR DIFERENTES RAZONES : 
  1.  El miedo de la gente por los delitos que se cometen hace de que el Gobierno pueda hacer lo que quiere mientras los ciudadanos estan preocupados por su seguridad.
  2.  La Corporación Política necesita un País lleno de delincuentes y drogadictos como asi también analfabeto para poder seguir en el poder y llegaron a convertirse en una Mafia.
  3. Por último reconozco que al Gobierno actual no puedo juzgarlo porque hace poco que esta, pero si le echo la culpa al Kirchnerismo, al Peronismo y al Radicalismo todo lo que nos esta pasando .
 Si este Gobierno no sabe que hacer por lo menos que copie recetas ya usadas en el mundo para revertir la situacion.