martes, marzo 29, 2005

Pekerman dando cátedra

Argentina ganó después de 32 años en la altura de La Paz y su entrenador comienza a desafiar a la “Cátedra”, que lo criticó con dureza.



Maestro

No había terminado el mundial de México 86,pero algún hincha argentino tuvo la genial idea de colgar una bandera de grandes dimensiones, con la leyenda “Perdón Bilardo”.
Es que no era necesario esperar a que Maradona levantara la Copa. El “Narigón” le había tapado la boca a todos aquellos que lo habían criticado sin piedad.
Con Pekerman podría pasar algo parecido, pero esta vez, los que tendrían que colgar el estandarte, no debería ser cualquier hincha “veleta”, sino varias personalidades de opinión calificada.
Porque daría la impresión que el destino de José es empezar de menor a mayor.Que su camino está lleno de espinas en la largada, pero que a fuerza de trabajo, de bajo perfil y de triunfos, eso se va transformado.
Si parece que fue ayer, cuando los periodistas más influyentes lo aniquilaban, sólo porque no portaba un apellido del peso de Griguol o Griffa, en el momento de tomar los juveniles. Después, con 3 títulos del mundo no les quedó otra que elogiarlo.
Más cerca en el tiempo, las más respetadas opiniones del medio futbolístico tomaron hasta con humor su designación al frente de los mayores, porque “nunca dirigió profesionales”.
La tendencia es que una vez más deban reconocer el error. Porque no le tiembla el pulso a la hora de tomar decisiones, porque juegan los que están para jugar, y no los de credenciales vencidas.
El último sábado, la Selección ganó en la altura de La Paz luego de 32 años, y no es un dato menor. Lo hizo de la mano de un técnico sabio, que no buscó excusas en la previa, que no armó un equipo fantasma, que no mandó a cortarle la cara a ningún jugador.
Justo el entrenador que sí lo hizo, y que siempre perdió, fue uno de los que alzó la voz a favor de un “técnico que conozca ese banco”, “que tenga experiencia”.
“Pekerman no ama lo que hace”. Así de duro fue César Luis Menotti, cuando le preguntaron qué le parecía la designación del ex entrenador de juveniles. “Nunca dirigió profesionales”, era el argumento.
Cuando el gran Diego fue el programa de Tinelli y Marcelo le preguntó por Pekerman, el “10” hizo silencio, como guardándose palabras duras, que más adelante pronunciaría.

“Si el sabio no aprueba, malo. Si el necio aplaude,peor”.


El viejo refrán no termina de definir bien lo que pasa con Pekerman, aunque se da lo primero. Los sabios no aprobaron, aunque ya podrían mandar a hacer la bandera.

Y eso que la pelota en la altura no dobla???... Te acordas quien lo dijo?
Sino te imaginás lo que hubieramos hecho...!!!